CONSTRUCCIONES SISMORRESISTENTES
Se dice que una edificación es sismorresistente
cuando se diseña y construye con una adecuada configuración estructural, con
componentes de dimensiones apropiadas y materiales con una proporción y
resistencia suficientes para soportar la acción de las fuerzas causadas por
sismos frecuentes. Aún cuando se diseñe y construya una edificación cumpliendo
con todos los requisitos que indican las normas de diseño y construcción sismo
resistente, siempre existe la posibilidad de que se presente un terremoto aún
más fuerte que los que han sido previstos y que deben ser resistidos por la
edificación sin que ocurran daños. Por esta razón no existen edificios
totalmente sismorresistentes. Sin embargo, la sismorresistencia es una
propiedad o capacidad que se dota a la edificación con el fin de proteger la
vida y las personas de quienes la ocupan. Aunque se presenten daños, en el caso
de un sismo muy fuerte, una edificación sismorresistente no colapsará y contribuirá
a que no haya pérdidas de vidas y pérdida total de la propiedad.
Principios de la
sismorresistencia
Forma
regular
La geometría
de la edificación debe ser sencilla en planta y en elevación. Las formas
complejas, irregulares o asimétricas causan un mal comportamiento cuando la
edificación es sacudida por un sismo. Una geometría irregular favorece que la
estructura sufra torsión o que intente girar en forma desordenada. La falta de
uniformidad facilita que en algunas esquinas se presenten intensas
concentraciones de fuerza, que pueden ser difíciles de resistir.
Bajo
peso
Cuanto más
liviana sea la edificación menor será la fuerza que tendrá que soportar cuando
ocurre un terremoto. Grandes masas o pesos se mueven con mayor severidad al ser
sacudidas por un sismo y, por lo tanto, la exigencia de la fuerza actuante será
mayor sobre los componentes de la edificación. Cuando la cubierta de una
edificación es muy pesada, por ejemplo, ésta se moverá como un péndulo
invertido causando esfuerzos tensiones muy severas en los elementos sobre los
cuales está soportada.
Mayor
rigidez
Es deseable que la estructura se deforme poco
cuando se mueve ante la acción de un sismo. Una estructura flexible o poco
sólida al deformarse exageradamente favorece que se presenten daños en paredes
o divisiones no estructurales, acabados arquitectónicos e instalaciones que
usualmente son elementos frágiles que no soportan mayores distorsiones.
Buena
estabilidad
Las edificaciones deben
ser firmes y conservar el equilibrio cuando son sometidas a las
vibraciones de un terremoto. Estructuras poco
sólidas e inestables se pueden volcar o
deslizar en caso de una cimentación deficiente. La falta de estabilidad y
rigidez favorece que edificaciones vecinas se golpeen en
forma perjudicial si no existe una
suficiente separación entre ellas.
Suelo firme y
buena cimentación
La
cimentación debe ser competente para
trasmitir con seguridad el peso de la
edificación al suelo. También, es deseable que el
material del suelo sea duro y resistente. Los suelos blandos
amplifican las ondas sísmicas y facilitan
asentamientos nocivos en la cimentación que pueden afectar la estructura y
facilitar el daño en caso de sismo.
Estructura apropiada
Para que una edificación soporte un terremoto su
estructura debe ser sólida, simétrica, uniforme, continua o bien conectada.
Cambios bruscos de sus dimensiones, de su rigidez, falta de continuidad, una
configuración estructural desordenada o voladizos excesivos facilitan la
concentración de fuerzas nocivas, torsiones y deformaciones que pueden causar
graves daños o el colapso de la edificación.
Materiales
competentes
Los materiales deben
ser de buena calidad para garantizar una adecuada resistencia y capacidad de la
estructura para absorber y disipar la energía que el sismo le otorga a la
edificación cuando se sacude. Materiales frágiles, poco resistentes, con
discontinuidades se rompen fácilmente ante la acción de un terremoto. Muros o
paredes de tapia de tierra o adobe, de ladrillo o bloque sin refuerzo, sin
vigas y columnas, son muy peligrosos.
Capacidad de disipar energía
Una estructura debe ser capaz de
soportar deformaciones en sus componentes sin que se dañen gravemente o se
degrade su resistencia. Cuando una estructura no es dúctil y tenaz se rompe
fácilmente al iniciarse su deformación por la acción sísmica. Al degradarse su
rigidez y resistencia pierde su estabilidad y puede colapsar súbitamente.
Fijación de
acabados e instalaciones
Los componentes no estructurales como
tabiques divisorios, acabados arquitectónicos, fachadas, ventanas, e
instalaciones deben estar bien adheridos o conectados y no deben interaccionar
con la estructura. Si no están bien conectados se desprenderán fácilmente en
caso de un sismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario